La pérdida de la audición es un trastorno común y bastante conocido en la mayoría de las personas adultas, identificándose con más frecuencia en personas mayores de 60 años.

La pérdida de audición relacionada con la edad, se conoce como Presbiacusia y va ocurriendo poco a poco en la mayoría de las personas al envejecer.

¿Pero, por qué se da?

Hay que entender que a la hipoacusia asociada a la edad también puede sumarse, además a procesos intrínsecos causados por el envejecimiento.

Es importante reconocer que hay muchas causas para este tipo de pérdida de audición, pero La más común es la que se genera por los cambios que ocurren en el oído interno al envejecer. También podría ser el resultado de cambios en el oído medio o cambios complejos en las vías nerviosas que van del oído al cerebro. De igual forma puede ocurrir cuando hay ciertos problemas médicos y el consumo de algunos medicamentos como la gentamicina, tobramicina, amikacina, estreptomicina, entre otros.

¿Qué efectos tiene en la persona?

Los problemas de audición en el adulto comienzan ocasionándole dificultad para entender y seguir conversaciones, los consejos del médico, responder a las advertencias de la calle, el hogar, escuchar el teléfono, el timbre, alarmas de incendio, participar de reuniones familiares, ver la televisión. La pérdida de audición también puede hacer que le sea difícil disfrutar de las conversaciones con los amigos y la familia, lo que hace que la persona se sienta aislada o disminuya su actividad social.

¿La persona puede prevenir la pérdida auditiva antes de envejecer?

La mejor forma es protegerse siempre contra la pérdida de audición evitando el ruido, protegiéndose los oídos de sonidos que sean demasiado fuertes y/o duren mucho tiempo. Es importante ser conscientes de las posibles fuentes de ruidos dañinos, como la música a alto volumen, las armas de fuego, el motor del cortacésped y taladros.

¿Qué debe hacer un adulto mayor cuando empieza a presentar dificultad para oír?

Como las pérdidas auditivas pueden llegar a ser graves lo más recomendado es visitar a un profesional, puede comenzar con su médico personal, luego el especialista que en este caso sería el Otorrinolaringólogo y luego al Audiólogo, con el fin de identificar a tiempo el tipo de pérdida auditiva y según sea el caso hacer la respectiva adaptación de audífonos.

¿Cómo le puede ayudar la familia?

Todo el grupo familiar puede hacerle la vida más fácil, especialmente tener paciencia, colaborar con las citas médicas, evitar hablarle de espaldas, hace sentir al adulto cómodo y apoyarlo con el uso y entrenamiento auditivo cuando sea el momento de usar los audífonos, evitando que los rechace.

Diana Isabel Gómez Cardona, psicóloga de la Fundación Óyeme expone: “La presbiacusia afecta al adulto mayor, no solo en su capacidad auditiva sino a nivel socioemocional, puesto que, es la pérdida de una función que se tenía antes, es por esto, que se hace necesario acompañarlo en esta fase y generar adecuados procesos de aceptación ante esta nueva situación y que permitan la búsqueda de alternativas de solución como la adaptación de la ayuda tecnológica.

Estos cambios generan diferentes situaciones a nivel socioemocional entre los adultos mayores, el temor o evitación a la participación o exposición a conversaciones, actividades que se hacían con cotidianidad, previo a la pérdida auditiva, porque al verse expuestos y que en ocasiones requieren de la repetición de la información o del uso de un tono mayor del volumen de voz, sienten que es ponerse en evidencia hacia el otro, generando pensamientos negativos hacia sí mismo, afectando esto al adulto mayor en su autoestima y seguridad personal. Incluso pueden aparecer sentimientos de incapacidad y frustración sintiéndose disminuida su capacidad de relacionamiento con el otro, desempeño en roles que tenía antes y pérdida de autonomía.

¿Qué tratamientos o ayudas auditivas necesita?

El tratamiento dependerá del tipo de pérdida auditiva que se haya diagnosticado, el Audiólogo será el profesional encargado de asesorar y decidir cuál es el mejor audífono que la persona necesita para mejorar su nivel de audición y la calidad de vida del adulto, teniendo en cuenta además las actividades que realiza.

“Esta situación a nivel personal y familiar puede convertirse en facilitador para generar nuevos vínculos y aprendizajes relacionados con el autocuidado y manejo correcto de su ayuda auditiva (audífono). Es allí donde la familia y personas significativas, pueden ser acompañantes de este proceso, siendo un punto de apoyo, para la aceptación y acomodación a esta nueva realidad y quienes, mediante espacios de diálogo, adecuación a las formas de comunicarse, paciencia, respeto, comprensión del otro pueden generar un espacio favorable y de seguridad para quien presenta la presbiacusia y así sentirse en un entorno saludable para dar continuidad a su vida.” Menciona Diana Isabel Gómez Cardona.