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Audiometría Condicionada por Juego 

La evaluación auditiva de los niños/as pequeños es un procedimiento crucial para definir si presentan una audición normal o si presentan algún grado de pérdida auditiva. 

Pensar en el sistema auditivo y por lo tanto, en su evaluación, es tener presente que la audición es una de las puertas de entrada al cerebro y la más importante para la adquisición del lenguaje en el ser humano; esta es la razón por la cual se recomienda realizar como mínimo una vez al año la evaluación audiológica, o antes, si la familia/cuidadores, en el jardín o en el colegio, empiezan a notar comportamientos auditivos o lingüísticos diferentes a los que el niño/a manifiesta habitualmente. 

En este artículo se hará referencia a la audiometría condicionada por juego 

¿Qué es?  

Es una prueba subjetiva, que busca definir los umbrales de audición de un niño/a, empleando como estrategia el juego, donde el actor principal es el pequeño.  

¿Qué busca?  

Lo que se busca es rastrear en cada frecuencia el umbral de audición; es decir la mínima intensidad a la cual escucha un tono (pito) en diferentes frecuencias. 

Para buscar el umbral es necesario que el niño/a ejecute una acción determinada como respuesta ante un estímulo que escuche, y es aquí, donde se centra la evaluación, en hacer que el niño/a comprenda que sus respuestas (que pueden ser: depositar fichas a un tarro), sólo las ejecuta después de escuchar el estímulo. Esto es lo que se conoce como condicionamiento auditivo. 

Estrategias para lograr este condicionamiento: 

  • Mostrar al niño/a lo que debe hacer, para ello se pide la colaboración de la persona que lo campaña al examen, para que realice la acción que se le pida ante un estímulo.   
  • El examinador coge la mano del niño/a, la lleva hasta la oreja del oído que se vaya a evaluar y una vez escuche el sonido, le lleva su brazo o mano hasta el tarro que tenga enfrente para deposita la ficha o colocar una ficha sobre otra, si es el caso. 
  • Llamarle la atención cada que escuche el sonido y mostrarle que debe depositar la ficha al tarro o colocarla sobre la que tenga en la mesa. 

Por lo general las actividades de condicionamiento auditivo, se realizan haciendo que el estímulo salga por un parlante para que tanto el niño/a, su acudiente y el examinador lo escuchen. 

Luego de realizar todos o algunos de estos pasos y una vez se tenga certeza que el niño/a ya sabe qué respuesta debe dar y en qué momento, se inicia la evaluación, teniendo en cuenta que las respuestas que del niño/a ya deben ser dadas de manera espontánea, sin demostraciones, sin tocarlo o sin llamarle la atención del sonido que se esté escuchando. 

¿Qué evalúa? 

Esta evaluación busca definir el umbral auditivo de los niños/as en las diferentes frecuencias que van por lo general de 250 Hz a 8000 Hz, en caso, que no se logre la respuesta de todo el rango espectral por la edad o motivación del niño/a, como mínimo se deben evaluar las frecuencias de 500, 1000, 2000 y 4000 Hz, en cada oído. 

¿Por qué se llama condicionada por juego? 

Porque es necesario condicionar al niño/a para que dé una respuesta específica, sí y solo sí, ha escuchado un estímulo auditivo, que, en este caso, es un pito, que va a escuchar diferente, de acuerdo a la frecuencia que se está evaluando. 

¿En qué rango de edad se evalúa?  

Esta prueba está diseñada para niños y niñas entre los 2 años y medio hasta los 5 años, el rango mínimo de edad para ser aplicada dependerá de la habilidad del pequeño para responder al condicionamiento auditivo; es decir, que pueda apilar, colocar un cubo en un recipiente o ensartar un aro, ante el estímulo auditivo que se le esté presentando. 

¿Cuáles son las estrategias que emplea?  

Las estrategias empleadas van a depender de la edad, nivel de maduración del niño/a, nivel de atención e interés en la actividad como tal. 

Las estrategias más utilizadas son: colocar un objeto a un recipiente, formar torres con cubos, encajar aros en una pila, en los mayores de cuatro años, encajar fichas, depositar monedas en una alcancía de agujero relativamente amplío, organizar fichas en hileras atendiendo a una característica como el color. 

¿Condiciones para realizarla?  

El niño/a, debe presentarse a la evaluación ojalá antes de empezar sus actividades del día, de manera que esté atento, tenga disponibilidad para ejecutar la tarea, comprenda la instrucción o lo que se espera de él o ella realice. Es muy importante que los padres tengan en cuenta que, si se programa la cita en las horas de la tarde o después del jardín o colegio, es muy probable que los pequeños ya se sientan agotados y por lo tanto, colaboren poco en la actividad. 

Antes de la hora establecida para la evaluación los niños/as no deben tener hambre o necesidad de ir al baño, pues esto factores podrían interrumpir la dinámica de la actividad.  

Se verifica que el conducto auditivo se encuentre libre de cerumen, mediante la realización de una otoscopia. 

Para su realización y una vez el niño/a esté condicionado, es necesario colocar sobre sus orejas un auricular tipo TDH o dentro del conducto auditivo de inserción y buscar el umbral auditivo.   

Posterior a ello y si tanto el tiempo como el interés y motivación del niño/a lo permiten, realizar el mismo procedimiento, pero esta vez por vía ósea, para determinar tipo y grado de pérdida auditiva en caso de que el pequeño la llegase a presentar. 

Es importante tener presente que en ocasiones se pueda requerir de otra sesión para completar la evaluación. 

¿Cuál es el rol de los padres durante la evolución? 

  • Antes de la evaluación: 

Teniendo claro que es la audiometría condicionada por juego, los padres en sus casas podrían ayudar realizando actividades de condicionamiento auditivo, para ello pueden emplear los objetos de la casa o juguetes que el niño/a use diariamente, como: pasar frijoles de un lado a otro a medida que escuche el sonido que el padre, la madre o cuidador haya generado, separar o echar ropa en una canasta cuando escuche el estímulo; entre otras. 

Para una mayor ilustración se recomienda ver el video, que se encuentra en el siguiente enlace: Fundación Óyeme (@fundacionoyeme) • Fotos y videos de Instagram

  • Durante la evaluación: 

En el caso que el evaluador no cuente con un auxiliar, el padre o acudiente serán de gran ayuda durante la evaluación, pero antes, es importante que tengan en cuenta que una vez se haya hecho el condicionamiento auditivo, en ningún momento, podrán instigar o darle al niño/a algún indicio para que responda ante el estímulo. 

Los indicios de los que se hablan y deben evitarse, son:  

  • Hacer gestos para que el niño/a responda. 
  • Tocar alguna parte del cuerpo para que ponga la ficha en el tarro. 
  • Insinuar con la mirada que ya sonó el estímulo. 
  • Generar ruidos para que el niño/a preste atención, porque puede distraerlo del estímulo auditivo. 

El padre o acompañante también puede apoyar al evaluador:   

  • Centrando la atención del niño/a con un juguete u objeto que el evaluador le pase, de manera que esté entretenido en otra cosa cuando escuche el sonido, así se podrán evidenciar de forma más claras sus respuestas. 
  • Si el niño/a se queda mirando hacia alguno de los lados por donde se espera que escuche el sonido, el padre de familia puede llamarle la atención para que mire al frente y se entretenga con u otro tipo de estímulos. 

Esperamos que esta información sea de gran ayuda para aquellos papás y mamás que tiene pendiente la realización de esta prueba.  

Luz Stella Rojas Toro – Audióloga Fundación Óyeme

Lizbet Betancur Giraldo – Directora de la IPS y Líder de Proyectos Fundación Óyeme 

Edición: Mariana Bohórquez Uribe – Comunicadora- Fundación Óyeme

Ilustración: Nineyi Molina Barrientos -Fonoaudióloga Fundación Óyeme

Santiago Acevedo Carmona – Practicante de Diseño Multimedia Fundación Óyeme